"EL PERGAMINO NÚMERO TRES"
Persistiré hasta alcanzar el éxito.
En el Oriente los toros jóvenes son puestos a prueba en cierta forma para la corrida en la
plaza. Estos toros son traídos a la plaza y se les deja atacar al picador que los pica con una
lanza. La bravura de cada toro se calcula entonces con cuidado, según la veces que
demostró su disposición de embestir a pesar de la picadura de la lanza. De aquí en adelante
reconoceré que todos los días la vida me pone a prueba en igual forma. Si persisto, si sigo
probando; si continúo embistiendo, alcanzaré el éxito.
Persistiré hasta alcanzar el éxito.
En este mundo no nací en derrota, ni el fracaso corre por mis venas. No soy una oveja que
espera ser aguijoneada por el pastor. Soy un león y me niego a hablar, a caminar o a dormir
con las ovejas. Me abstendré de escuchar a aquellos que lloran y se quejan, porque la
enfermedad es contagiosa. Que ellos se unan a las ovejas. El matadero del fracaso no es mi
destino.
Persistiré hasta alcanzar el éxito.
Los premios de la vida se encuentran al fin de cada jornada, y no cerca del comienzo, y no
me corresponde a mí saber cuantos pasos son necesarios a fin de alcanzar mi meta. Puede
aún sobrecogerme el fracaso al dar mi milésimo paso, y sin embargo quizá el éxito se oculte
detrás del siguiente recodo del camino. Jamás sabré cuán cerca estoy del éxito a menos que
doble la esquina.
Siempre daré un paso más. Si ese no es suficiente daré otro y aun otro. En realidad, un paso
por vez no es muy difícil.
Persistiré hasta alcanzar el éxito.
De aquí en adelante consideraré el esfuerzo de cada día como un golpe de la hoja del hacha
contra un poderoso roble. El primer golpe quizá ni cause temblor en el árbol, ni el segundo
ni el tercero. Cada golpe en sí mismo quizá sea insignificante y al parecer sin consecuencia.
Y sin embargo como resultado de golpes endebles, el roble finalmente se tumbará. Y así con
será mis esfuerzos de hoy.
Se me comparará con las gotas de lluvia que finalmente se llevan la montaña; la hormiga que
devora al tigre; la estrella que ilumina la tierra; el esclavo que construye una pirámide.
Edificaré mi castillo usando un ladrillo por vez porque yo sé que los pequeños intentos,
repetidos, completarán cualquier empresa.
Persistiré hasta alcanzar el éxito.
Jamás aceptaré la derrota y borraré de mi vocabulario palabras o frases como abandono, no
puedo, imposible, improbable, fracaso, impráctico, sin esperanzas y retirada, porque si esta
enfermedad de la mente me atacara, seguiría trabajando en medio de la desesperación.
Trabajaré y aguantaré. Pasaré por alto los obstáculos que se irguen a mis pies, y mantendré
fijos los ojos en las metas por encima de mi cabeza, porque sé que donde termina el árido
desierto, crece la verde vegetación.
Persistiré hasta alcanzar el éxito.
Recordaré la antiquísima ley de los promedios y la adaptaré para mi beneficio. Persistiré con
la convicción de que cada vez que fracase en una venta, aumentarán las posibilidades de
éxito en la tentativa siguiente. Todo "no" que escuche me aproximará al sonido de un "sí".
Toda mirada de desaprobación que me encuentre, solo me prepara para la sonrisa que
hallaré después. Cada desventura que me sobrevenga contendrá en sí la semilla de la buena
suerte del mañana. Debo contemplar la noche para apreciar el día. Debo fracasar con
frecuencia para tener éxito una sola vez.
Persistiré hasta alcanzar el éxito.
Persistiré, persistiré, persistiré de nuevo. Cada obstáculo que se me presente, lo consideraré
como un mero rodeo en el camino que me lleva a la meta, y un desafío a mi profesión.
Persistiré y desarrollaré mis habilidades como el marino desarrolla las suyas, aprendiendo a
dominar la furia de cada tormenta.
Persistiré hasta alcanzar el éxito.
De aquí en adelante, aprenderé y aplicaré otro secreto de aquellos que sobresalen en su
trabajo. Cuando haya terminado el día, sin tener en cuenta si ha sido un éxito o fracaso,
procuraré realizar un venta más. Cuando mis pensamientos inviten a mi cansado cuerpo a
retornar a la casa, resistiré la tentación de hacerlo. Trataré de realizar una venta más. Haré
un intento más de cerrar el día con una victoria, y si ese intento fracasa, haré otro. No
permitiré jamás que ningún día termine en fracaso. De esta manera plantaré la semilla del
éxito del mañana y lograré una ventaja insuperable sobre aquellos que cesan de trabajar a
una hora prescrita. Cuando otros ponen fin a la lucha, la mía habrá comenzado, y mi cosecha
será amplia.
Persistiré hasta alcanzar el éxito.
Tampoco permitiré que los éxitos del ayer me hagan caer en el sopor de la complacencia del
hoy, puesto que este es el gran fundamento del fracaso. Me olvidaré de los acontecimientos
del día que ha pasado, ya fuesen buenos o malos y saludaré el nuevo día con confianza de
que este será el mejor día de mi vida.
Mientras haya hálito en mí, persistiré, porque ahora conozco uno de los grandes principios
del éxito; si persisto lo suficiente, alcanzaré la victoria.
Persistiré.
Alcanzaré la victoria.
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que te hayamos dado una alternativa para facilitar tu vida y aprovechar
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La verdad andaba medio perdida en el tema ya que se podría decir soy nueva, tu aporte me aclaro muchas cosas así como entender el Mind Capital, ahora con seguridad haré mis inversiones.
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