Sería ingenuo pensar que todos tenemos las mismas capacidades para logar una u otra cosa, pero no es menos cierto que el éxito reside en gran medida en nuestra fuerza de voluntad, y esta puede entrenarse y trabajarse. Las personas exitosas saben trabajar de forma más eficiente: no son las que más horas echan, si no las que organizan su tiempo de forma más inteligente . Seguir estos consejos puede ayudarnos a cumplir nuestros objetivos en todas las facetas de la vida.
1. Establece prioridades
Hoy en día es muy difícil concentrarse en la consecución de un único objetivo. Todos tenemos múltiples tareas que cumplir a diario y es imposible escapar de ellas: tenemos que tener la casa organizada, poner lavadoras, pasear al perro o llevar a los niños al colegio, hacer la compra, cocinar… En el trabajo pasa igual, la mayoría tenemos unas tareas cotidianas que realizar y si queremos ir más allá, dentro o fuera de nuestra empresa, tendremos que sacar tiempo de donde (parece) no haberlo. Pero todo es cuestión de organizarse.
2. Rinde cuentas
Para tener éxito no basta con fijarse objetivos, además hay que examinar si estamos progresando en su consecución. Las metas más ambiciosas son difíciles de medir y, además, no ofrecen una satisfacción inmediata, por lo que es difícil hacer un trabajo de autocrítica. Es por ello que es preferible establecer submetas dentro de los grandes objetivos, para que podamos avanzar paso a paso sin que nos venza la frustración.
El primer paso en todo gran proyecto reside “sólo” en buscar información y contactar con gente, una tarea que parece difícil de valorar, pero que es decisiva. Si, por ejemplo, no tenemos en cuenta esta tarea como una submeta de nuestro objetivo principal, podremos perder pronto el interés, al pensar que no estamos avanzando nada. Dedicar un tiempo todas las semanas para valorar los progresos que estamos realizando nos ayudará a ajustar nuestras metas, hacer estimaciones más realistas y reforzar nuestro sentido de progreso.
3. Concéntrate
La concentración es clave para tener éxito en la vida. Ninguna tarea ambiciosa se logra si no tenemos capacidad para centrarnos en su consecución, y hoy distraerse es más sencillo que nunca. La dispersión es uno de los grandes males del mundo moderno: tenemos toda la información a nuestro alcance, pero nos vemos abrumados y, muchas veces, acabamos perdiéndonos. Es muy sencillo distraerse con cualquier cosa, sobre todo si estamos cansados, enfermos o estresados y en vez de hacer lo que sabemos que tenemos que hacer acabamos mirando el Facebook, contestando correos irrelevantes o enredando con el Whatsapp.
4. Aprende a decir “no”
Hay personas que pierden muchísimo tiempo simplemente porque no saben decir que “no” a ciertas peticiones o tareas aún a sabiendas de que no les van a aportar nada. El sentido del deber no debe empujarnos a realizar todo lo que los manden sin saber si quiera si aquello que hacemos tiene sentido y sirve para algo. Por muy buenas intenciones que tengamos, no podemos decir que “sí” a todo, sin saber si quiera cuanto tiempo nos va a llevar aquello que nos piden. Debemos aprender a priorizar.
La gente exitosa es consciente de que tiene que renunciar a ciertas oportunidades, y algunas recompensas, para centrarse en alcanzar objetivos más ambiciosos, aunque a veces esto suponga decepcionar a otras personas.
5. Pide ayuda y sé agradecido
En soledad no se consigue nada. Para tener éxito en cualquier faceta de la vida hay que contar con los demás: todo es más sencillo con ayuda y no se llega a nada sin buenos amigos y compañeros. Hay gente que piensa que pedir que te echen una mano es un signo de debilidad, pero basta abrir los ojos para ver que detrás de todo triunfador hay un equipo que ha hecho posible su éxito.
6. Pisa el freno cuando sea necesario
Pese a su mala prensa, el estrés no siempre es malo. En las cantidades adecuadas, es un estímulo que nos mantiene comprometidos con la vida, atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor en todo momento. Ante un examen o una presentación es normal sentir estrés, y es positivo, pues estaremos en tensión y lo daremos todo.
Bien llevado, el estrés es necesario para ponernos las pilas, pero cuando se cronifica y se convierte en un estado vital, tiene serias consecuencias para nuestra salud física y psíquica. La fuerza de voluntad es como un músculo, si lo cargamos demasiado acaba lesionándose. Por ello debemos aprender a parar y descansar cuando sea necesario. El éxito no se alcanza de un día para otro y es necesario aprender a dosificar nuestro esfuerzo.
No olvides dejarnos tus comentarios y compartir esta información si consideras que puede serle útil a alguien más.
No comments:
Post a Comment